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domingo, 2 de febrero de 2014

Diario (21)

2 de febrero, 2014.

   Viaje relámpago a Valladolid el fin de semana. Unos veinte minutos antes del recital me da un pequeño bajón de tensión - y de atención, por extensión - y me lo paso sentado en la única silla de la librería y con la cabeza gacha, mientras todo el mundo estaba de pie y mirando al frente. Daba la impresión de estar entronado, supongo, o más bien tronado - casi no me enteré de nada. Aunque la gente salió contenta.

    La visita coincidió con la convención del Partido Popular. Se notaba: al salir de la estación de autobuses ya vimos la ciudad tomada por la policía, y los hoteles y pensiones estaban imposibles. De no haber reservado habitación, como hicimos, con dos semanas de antelación, habríamos tenido que dormir en un cajero, o más probablemente en comisaría. Con el frío que hacía casi mejor; un camastro, por muy guarro que esté, es desde luego más cómodo que la gélida baldosa, y además dan tortas gratis según cuentan. Relaxing cafés con leches. Pero en fin, todo sea porque los líderes deliberen, que buena falta les hace. Que se reúnan en histórica asamblea, a ver si todo se va ensamblando. La patria se disgrega, ¡se esparce por el espacio!, y hay que ver cómo se aglutina todo el percal bien recio al precio que sea, con pegamento fuerte o colas industriales si es necesario. De ahí que convoquen a los de supergen, a toda la tropa. A los que más y mejor te la pegan.

   La conclusión del evento fue básicamente ésa: o Rajoy o nada. Así de claro lo declaró Mª Dolores de Cospedal, que ejerció un poco de Poncia Pilates. ¿A quién queréis: a los barbas o a Barrabás...? La eterna pregunta. Me la imagino lavándose las manos cada dos por tres, para que todo el mundo viese que estaban limpias de sobras y sobres - y seguro que entre todos los asistentes gastaron bidones de jabón y de cera, dándose unos a otros. Claro que la respuesta es obvia: la que pone la Biblia. ¿Cuál si no?  No vamos a alterar el guión a estas alturas, ni dar la vuelta atrás. El resto ya se sabe: contra la pared y los brazos en cruz, que repartir el pan es comunismo...

   Se afirma, también, que habrá grandes cambios en breves. Pero no sé yo...

 


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