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domingo, 23 de junio de 2013

"Ejercicio de retórica", un poema de Javier Salvago.

Con humillados ojos de impotencia
vas descubriendo tus limitaciones
de artista y hombre que medita y busca
y que no encuentra nada más que atajos,
que no llevan al centro de la vida
ni conducen al corazón del arte.

Puede que no estés hecho para el arte
ni para el buen vivir. Que la impotencia
consiga arruinarte al fin la vida
y que cogido en tus limitaciones,
de traspiés en traspiés, por los atajos
sigas desengañado de la busca.

Pero intenta creer que halla quien busca
y que nadie nació dueño del arte.
Que todos se perdieron por atajos
y por turbios pantanos de impotencia,
mientras negaron sus limitaciones
culpando de sus fallos a la vida.

Intentar ver que existe algo en la vida
que justifica de por sí la busca
y que, a pesar de tus limitaciones,
puedes tocar de alguna forma el arte.
Un hombre que se enfrenta a su impotencia
sabrá dejar un día los atajos.

No te tiente seguir por los atajos
marginado y huyendo de la vida,
ni quieras refugiarte en la impotencia
pensando que es inútil toda busca.
Todos los que lograron vida y arte
hombres eran con sus limitaciones.

¿Y han de llevarte tus limitaciones
eternamente a ti por los atajos?
¿No has de lograr que alguna vez el arte
te muestre su secreto? Si la vida
insiste en que sigamos tras su busca,
larga es la noche y débil la impotencia.

En tu impotencia y tus limitaciones
tu fuerza busca; deja los atajos.
Exprime la vida y hallarás el arte.

     (Javier Salvago: "La vida nos conoce [Antología poética], ed. Renacimiento, 2011, pp. 53-55).

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