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martes, 23 de abril de 2013

Dos poemas de Adam Zagajewski.

     EL VIEJO MARX

Ya no se puede concentrar.
Londres es húmedo,
en cada habitación alguien tose.
Nunca le gustó el invierno.
Copia antiguos manuscritos
muchas veces, sin pasión.
El papel es amarillo
y quebradizo como la tuberculosis.

¿Por qué la vida aspira
tan tenaz a la destrucción?
Pero en el sueño vuelve la primavera
y la nieve que no habla en ninguna
lengua conocida.
¿Y dónde se puede colocar
el amor en su sistema?
Donde están las flores azules.

Odia a los anarquistas,
los idealistas le aburren.
Recibe informes de Rusia,
por desgracia demasiado detallados.
Los franceses se enriquecen.
En Polonia hay silencio, vulgaridad.
América no para de crecer.
Hay sangre en todas partes,
quizás cambie el papel de la pared.
Empieza a sospechar
que la pobre humanidad
continuará caminando
por la vieja tierra
como la loca del pueblo
que amenaza con el puño
a un Dios invisible.

.....

   NOCHEVIEJA 2004

Estás en casa y escuchas largo tiempo
grabaciones de Billie Holiday
que canta melancólica, soñolienta.
Cuentas las horas que aún
te separan de la medianoche.
¿Por qué los muertos cantan tranquilamente
y los vivos no pueden liberarse del temor?

     (Adam Zagajewski: "Antenas", ed. Acantilado, 2007, pp. 53-54 y 83).

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